La actividad física tiene efectos significativos en varios sistemas del cuerpo humano, entre ellos el sistema endocrino, digestivo, urinario, respiratorio y cardiovascular. En el sistema digestivo, el ejercicio por encima del umbral anaeróbico reduce la secreción de jugos gástricos y ralentiza la actividad peristáltica, mientras que por debajo del umbral anaeróbico aumenta estos procesos.