La Revolución Industrial, que tuvo lugar entre 1760 y 1870 en Gran Bretaña, marcó un cambio significativo en la producción y el transporte. La industria textil fue una de las primeras en transformarse con la introducción de máquinas como el telar mecánico de Arkwright y la Spinning Jenny de Andy Hargreaves, que aumentaron la velocidad y cantidad de la producción.