La planificación educativa se estructura en varios niveles jerárquicos y se caracteriza por ser participativa, integral y opcional. Se aborda desde diversas dimensiones que incluyen aspectos económicos, políticos, culturales, sociales y científicos.
Propicia el desarrollo de la institución educativa ya que promueve la optimización de los recursos. Reduce niveles de incertidumbre y de riesgos que se puedan presentar en el futuro. Prepara a la institución para hacer frente a las posibles contingencias.