Surgido en 1948, el movimiento New Look revolucionó la moda con una silueta femenina y elegante, caracterizada por hombros delicados, cinturas ceñidas y faldas en forma de corola. Este estilo nació como respuesta a las necesidades del periodo de postguerra, donde la austeridad y el vestuario práctico predominaban debido a la escasez económica.