LA REPÚBLICA: es uno de los diálogos más importantes que escribió Platón, en donde expresa su concepción del arte, lo político, la sociedad, la justicia, la inmortalidad, la virtud, el bien y el mal.
PRESENTADO POR:
LORENA VALENTINA GOMEZ BENAVIDES.
LIBRO I: JUSTICIA.
SOCRATES.
Este al no saber lo que es justicia dice: si es o no una virtud y si el que la posee es feliz o desgraciado.
POLEMARDO.
Es hacer el bien al amigo que es bueno y perjudicar al enemigo que es malo.
TRASIMACO.
No es otra cosa que lo que conviene al más fuerte.
LIBRO II.
Unas alas de Glaucon.
Tres clases de bienes que se persiguen:
La alegría.
Los placeres sin mezclar el mal.
La gimnasia.
LIBRO III: LOS DIOSES.
En su educación se deben censurar los mitos y fábulas ya que se las considera como mentiras y que presentan a los dioses y a los héroes.
Sócrates planteó " Después de la música, la educación gimnástica ha de formar a los jóvenes."
LIBRO IV.
Fin de la pobreza.
Una nueva generacion bien formada y educada proporcionara mejorespadres para la proxima.
LIBRO V
Mujeres y los hijos.
Sócrates expresa:"Para hombres nacidos y educados con otra recta norma de posesión y trato de las mujeres y de los hijos."
Sócrates opina, que las mujeres y los niños de los guardianes se convierten en bienes comunes.
LIBRO X
El alma, es lo bastante fuerte para tolerar todos los bienes y todos los males; sin embargo, guiada por la inteligencia, debe seguir el camino del bien y practicar la justicia, para que cada uno sea el mejor amigo de sí mismo y de los dioses, haciéndose acreedor a una verdadera inmortalidad.
LIBRO IX
El sabio conserva la armonía en su alma, mediante el buen orden de las facultades.
El hambre y la sed son indicios de la debilidad del cuerpo, así como la estupidez y la ignorancia son indicios
LIBRO VIII
La Tiranía.
La Democracia.
La Oligarquía.
La Timocracia.
LIBRO VII
El dia.
El filósofo debe ser capaz, al renunciar a las imágenes sensibles y a las hipótesis, de elevarse, por medio de las ideas puras de la razón, a la idea del bien.
LIBRO VI
Diferencia entre los que son filósofos y los que no son.
El diálogo se desarrolla luego con la objeción de que la mayoría de los que se llaman filósofos no son capaces de gobernar ni aptos para ello. La culpa no está en la filosofía. Muchas son sus virtudes, pero también se halla expuesta a múltiples tentaciones: la riqueza, la belleza o el halago de la multitud.
