por Leonor Roncero 4 anos atrás
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Scarlett Roncero Reyes
MDU203:NT1 UDLA 2020
Es evidente que el tutor debe dominar la materia que tutoriza o imparte. No es posible enseñar lo que no se sabe. Por esta simple regla los docentes deben ser expertos en la disciplina que imparten, pero además deben estar siempre actualizados con las últimas novedades que tienen lugar en su área.
El dominio de las asignaturas facilita la comprensión y adquisición por parte de los alumnos, que participan en un proceso de aprendizaje que siempre está enfocado a la aplicación práctica partiendo desde una base teórica sólida, contrastada y diseñada para que el estudiante sea capaz de adaptarse a la realidad del entorno laboral actual.
El tutor virtual debe ser capaz de diseñar y modelar entornos virtuales de aprendizaje, tener manejo de la interfaz y herramientas web, que los estudiantes usan cotidianamente. De los docentes depende que estos sepan utilizarlos de manera efectiva, crítica y responsable; potenciando de esta forma el aprendizaje, (Ríos, 2016). Se debe de estar al día de todas las novedades del sector eLearning, herramientas, plataformas, redes sociales y nuevas tecnologías. Además de tener un proceso continuo de formación y de I+D constante para ir aplicando nuevos recursos y herramientas que beneficien la acción docente y mejore el proceso de aprendizaje del alumno.
El tutor debe aportar su expertise al grupo y dar un feedback continuo que sirva para: ordenar ideas y conceptos, ampliar las fuentes de consulta e información, rectificar los errores de conceptos, proponer actividades complementarias, ayudar a cada alumno a resolver sus problemas, identificar fuentes fiables, etc.
La clave está en ser proactivos para ofrecer al alumno una experiencia de aprendizaje eficaz y eficiente.