La insuficiencia renal crónica se caracteriza por una pérdida progresiva, permanente e irreversible de la tasa de filtración glomerular. Existen diversas etiologías, entre las cuales se encuentran enfermedades hereditarias como la poliquistosis y la enfermedad de Fabry, y condiciones adquiridas como la glomerulonefritis y la nefropatía obstructiva.