door Joubert Gómez 4 jaren geleden
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Meer zoals dit
combina en uno u otro grado las dos modalidades que acabamos de ver.
Se trata de que los defensores no marquen personalmente a los atacantes, sino que defiendan un área próxima a la canasta esperando la llegada de los rivales.
Esta estrategia se conoce también como defensa al hombre o de asignación. La idea es que cada defensor marque a un atacante del equipo rival.
Se lanza el balón hacia adelante para poder correr con mayor velocidad. Obviamente, es preciso que tengamos ante nosotros un espacio suficiente sin jugadores del equipo contrario.
Si un jugador se encuentra sometido a la acción de la defensa rival, este puede optar por un bote bajo mientras protege el balón con el cuerpo para evitar o dificultar que la mano del defensor lo alcance.
Se lleva a cabo cuando el jugador no está sometido a la presión de la defensa rival. Mientras el atacante va caminando, deja que el balón, proyectado con fuerza contra el suelo, rebote hasta más arriba de su cintura.
Se extiende y se alza el brazo más alejado de la canasta, en el que llevamos el balón. Cuando la bola se encuentra más alta que la cabeza se la suelta con un golpe de muñeca no muy distinto al del tiro en suspensión, sólo que proyectando el esférico de lado y hacia arriba. A la vez, el brazo acaba dibujando un semi-arco y los hombros se mantienen en todo momento en perpendicular al aro.
Se trata de un lanzamiento en carrera, elevando el balón con una sola mano en un gesto muy similar al de un camarero portando una bandeja (de ahí su nombre) y tras un máximo de dos pasos sin botar el balón.
Tras una falta personal o técnica, el atacante –si ha sido por falta personal, el jugador que la haya recibido- lanzará un determinado número de estos tiros desde la llamada “línea de tiros libres” (a 4,60 metros del tablero, según la norma FIBA) sin oposición alguna y con el reloj parado.
La mecánica es relativamente sencilla: el jugador salta y, una vez en el aire, apoyando el balón en una mano y sujetándola con la otra, gira la muñeca situada debajo para impulsar la bola hacia el aro.
Por lo general se da después de un drible, sin controlarlo con las dos manos. Se pasa el balón sacándolo por detrás de la espalda con un movimiento rápido del brazo. Se usa en distancias cortas, finalizar contraataques en superioridad numérica. También puede ser útil en situaciones 2×1.
Generalmente se usa en situaciones de contraataque. Se toma el balón con ambas manos aproximadamente al lado de la oreja del lado correspondiente a la mano con que daremos el pase
Consiste en entregar el balón al receptor que viene a buscarlo hasta la posición que ocupa el pasador, éste sujeta el balón con ambas manos.
La trayectoria del pase irá desde sobre la cabeza, hasta el “blanco” que nos ponga. De tal forma que ambos brazos realicen una extensión completa, acompañado de golpe de muñeca y los dedos se queden apuntado hacia donde hemos pasado.
El balón rebota en el suelo antes de llegar al receptor, por lo cual los brazos han de ir dirigidos al suelo en lugar de al receptor.
Se realiza empujando el balón desde la altura del pecho a la vez que se proyectan las palmas de las manos hacia los lados con los brazos y los dedos extendidos. El balón traza una trayectoria casi recta y va a parar más o menos a la altura del pecho del receptor.