En el hígado, el AcetilCoA se destina al Ciclo de Krebs para producir ATP, pero cuando hay un exceso, se transforma en cuerpos cetónicos que se exportan a otros tejidos. Estos cuerpos cetónicos se utilizan como fuente de energía en tejidos extrahepáticos, como el cerebro, que no puede usar ácidos grasos como combustible.