El Código de Núremberg, establecido en 1947, define los principios fundamentales para la realización de experimentos médicos con seres humanos. Subraya la necesidad de obtener el consentimiento voluntario y bien informado de los participantes, asegurando que estos dispongan de un entendimiento claro sobre la naturaleza, duración y propósito del experimento, así como de los riesgos e inconvenientes potenciales.