En el socialismo, la redistribución del ingreso es fundamental, buscando reducir la riqueza heredada y los ingresos materiales de manera equitativa según el tipo de gobierno. El Estado es el único actor en el mercado, controlando precios y eliminando la competencia, lo que restringe la elección del consumidor.
Todas las actividades económicas (producción, distribución, intercambio y consumo) son planificadas y coordinadas por una autoridad central del Estado para producir solo lo que es necesario y evitar remanentes.
Abolición de clases sociales
tiene como objetivo establecer una sociedad sin clases, por lo que en el socialismo autoritario, prácticamente no hay una clase, es decir, todos pertenecen a la misma categoría.
Se opone al capitalismo
Se opone a la idea de la acumulación de bienes y la competencia económica.
La sociedad igualitaria
A riqueza es distribuida de manera igualitaria entre los ciudadanos para que no recaiga en manos de una minoría.
Diversidad
busca fomentar la diversidad intelectual, al establecer que todos poseen los mismos derechos. De este modo, se coopera para que cada individuo extraiga sus habilidades educativas, disciplinarias y conozca sus deberes.
Redistribución del ingreso
La riqueza heredada y los ingresos materiales están obligados a reducirse. La manera de cómo hacerlo dependerá del tipo de gobierno que lo ponga en práctica
Monopolio del Estado
De acuerdo con este enfoque socialista, todas las tierras, minas, molinos, fábricas, así como el sistema de las finanzas y el comercio, deben estar nacionalizados.
La propiedad pública
Los medios de producción y de distribución, son controlados y regulados por el Estado con el objetivo de mantener una sociedad justa (a diferencia del capitalismo donde la propiedad privada se reparte de manera desigual entre los ciudadanos).
La falta de competencia en el mercado
El Estado es el único emprendedor y quien controla los precios. No existe la elección del consumidor, solo puede comprar lo que el Estado provee.
Necesidades básicas cubiertas
Están cubiertas por una red de seguridad social. Por tanto, sus necesidades básicas son proporcionadas, dando prioridad a las clases más bajas y marginadas.