"Nuestras convicciones más arraigadas, más indubitables, son las mas sospechosas. ellas constituyen nuestro límite, nuestros confines, nuestra prisión"
José Ortega y Gasset reflexiona sobre la naturaleza de nuestras convicciones más firmes, considerándolas como elementos sospechosos que delimitan y encierran nuestra libertad y crecimiento.