El Concilio Vaticano II fue un evento histórico significativo para la Iglesia Católica, convocado por el Papa Juan XXIII el 25 de enero de 1959 y continuado por el Papa Pablo VI. Este concilio ecuménico reunió a 2450 obispos católicos, teólogos invitados, observadores laicos y periodistas, así como consultores ortodoxos y anglicanos, aunque se excluyó a los obispos chinos.