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a Diego L. Mtz. Ayala 3 éve

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Capítulo 4: LAS OPERACIONES «CONCRETAS»DEL PENSAMIENTO Y LAS RELACIONES INTERINDIVIDUALES

Desde una edad temprana, los niños comienzan a formular preguntas sobre su entorno, especialmente con los insistentes "por qué" que buscan entender el mundo que les rodea. Estas interrogantes reflejan una fase de precausalidad, donde los pequeños intentan encontrar una razón para los fenómenos que observan, a menudo percibidos por ellos como fortuitos pero que invitan a una explicación más profunda.

Capítulo 4: LAS OPERACIONES «CONCRETAS»DEL PENSAMIENTO Y LAS RELACIONES INTERINDIVIDUALES

Es probable que los sentimientos de culpabilidad, que hacen a veces estragos durante la infancia, e incluso mucho después aún, estén ligados, al menos en sus formas casi neuróticas

Ese sentimiento, según BOVET, es el de respeto, compuesto de afecto y de temor; el afecto por sí solo no sería suficiente para entrañar la obligación, y el temor por sí solo únicamente provoca una sumisión material o interesada.

Pero el respeto comporta a la vez afecto y una especie de temor unido a la situación del inferior respecto al superior, y basta entonces para determinar la aceptación de las consignas y, en consecuencia, el sentimiento de obligación

Sin que haya, naturalmente, de exagerarse la parte de esos factores con relación a la acción continuada de los precedentes

Puede decirse que

Desde el punto de vista del observador, está claro que se limita a asimilarlos a cierto número de caracteres subjetivos de la acción propia

La causalidad y el azar son los dos polos esenciales entre las que se distribuyen

La medida empieza, efectivamente, por una partición de lo continuo y un ajuste de las partes en isomorfismo con la inclusión de clases.

LAS OPERACIONES «CONCRETAS» DEL PENSAMIENTO Y LAS RELACIONES INTERINDIVIDUALES

Name the character


Type in the name of the character whose change throughout the story you are going to analyze.

Example: Nick Carraway.

La constitución del esquema del objeto permanente y la del "grupo" práctico de los desplazamientos prefiguran, en efecto, la reversibilidad y las convenciones operatorias que parecen anunciar la próxima formación

SENTIMIENTOS Y JUICIOS MORALES

Uno de los resultados esenciales de las relaciones afectivas entre el niño y sus padres o los adultos que hagan sus veces es engendrar sentimientos morales específicos de obligación de conciencia
La autonomía

Con los progresos de la cooperación social entre niños y los progresos operatorios correlativos, el niño llega a relaciones morales nuevas fundadas en el respeto mutuo y que llevan a cierta autonomía

Hay que señalar, no obstante, dos hechos importantes:

De otra parte, un producto esencial del respeto mutuo y de la reciprocidad es el sentimiento de la justicia, frecuentemente adquirido a expensas de los padres (con ocasión de una injusticia involuntaria, etc.).

De una parte, en los juegos con reglas, los niños de menos de unos siete años que reciben esas reglas ya establecidas de los mayores las consideran como "sagradas", intangibles y de origen trascendente

El realismo moral

El realismo moral, según el cual, las obligaciones y los valores están determinados por la ley o la consigna en sí misma, independientemente del contexto de las intenciones y de las relaciones

En el terreno de la valuación de las responsabilidades, el realismo moral lleva a esa forma, bien conocida en la historia del Derecho y de la moral, que se llama responsabilidad objetiva

"El acto es valorado en función de su grado de conformidad material con la ley, y no en función de las intenciones aviesas de violar la ley o buena intención que, involuntariamente, se halle en conflicto con la ley".

La hetoronomía

Se traduce en cierto número de reacciones afectivas y en ciertas estructuras notables, propias del juicio moral antes de los siete-ocho años

Desde el punto de vista afectivo, hay que señalar, ante todo, que el poder de las consignas está inicialmente ligado a la presencia material del que las da: en su ausencia, la ley pierde su acción o su violación sólo va unida a un malestar momentáneo

Los componentes del respeto se disocian y esa disociación desemboca en mezclas de afecto y de hostilidad, de simpatía y de agresividad, de celos, etc.

Génesis del deber

La formación del sentimiento de obligación está subordinada a dos condiciones, necesarias una y otra y suficientes ambas:

La aceptación de esas consignas, que supone la existencia de un sentimiento sui generis de quien recibe la consigna por quien la da

La intervención de consignas dadas desde el exterior, es decir, órdenes de cumplimiento indeterminado

LAS INTERACCIONES SOCIALES Y AFECTIVAS

La afectividad constituye la energética de las conductas cuyas estructuras corresponden a las funciones cognoscitivas, y si la energética no explica la estructuración, ni a la inversa, ninguna de las dos podría funcionar sin la otra.
La socialización

Dado que todos aceptan el carácter indisociable y paralelo de los desarrollos cognoscitivo y afectivo o social, en utilizar como hilo conductor el resultado de las investigaciones acerca de las actitudes intelectuales propias del nivel preoperatorio

La precausalidad constituye a este respecto un ejemplo notable de situación en la cual el sujeto tiene la convicción de alcanzar los mecanismos exteriores y objetivos de la realidad

Lo que es evidente en el caso de la precausalidad, es, verdadero también, aunque a veces menos aparente, en el de las no-conservaciones y de todas las reacciones preoperatorias

A diferencia esencial entre los niveles preoperatorio y operatorio es que en el primero domina la asimilación a la acción propia

Mientras que en el segundo la asimilación supera a las coordinaciones generales de la acción y, en consecuencia, a las operaciones

El problema

El término de "social" puede corresponder a dos realidades muy distintas, desde el punto de vista afectivo, como hemos insistido ya desde el punto de vista cognoscitivo: hay, ante todo, las relaciones entre el niño y el adulto, fuente de transmisiones educativas y lingüísticas, aportaciones culturales desde el punto de vista cognoscitivo y fuente de sentimientos específicos y, en particular, de los sentimientos morales

Ese proceso de socialización es el que esencialmente constituye el problema

El niño presenta el máximum de interacciones o, al menos, de interdependencias sociales durante la primera infancia

Evolución

La llegada de la representación, debida a la función semiótica, es, en efecto, tan importante para el desarrollo de la afectividad y de las relaciones sociales como para el de las funciones cognoscitivas

El objeto afectivo senso-motor no es sino un objeto de contacto directo, que puede volverse a encontrar en caso de separación momentánea, pero que no es evocable durante esas separaciones

"Crisis de oposición"

Se señala por una necesidad de afirmación y de independencia, así como por todas clases de rivalidades, de tipo edipiano o de manera general respecto a los mayores

Y todo eso se traduce incesantemente en elaboraciones del juego simbólico en sus aspectos afectivos tanto como en las conductas afectivas y no lúdicas

LA REPRESENTACIÓN DEL UNIVERSO, CAUSALIDAD Y AZAR

En relación con el núcleo operatorio del pensamiento se despliega un gran número de actividades estructura- das en diversos grados según lleguen con mayor o menor facilidad a asimilar lo real
Desde alrededor de los tres años el niño se plantea, y plantea a quienes le rodean, una serie de preguntas, de las que las más notables son los "por qué".

Los "por qué" atestiguan una precausalidad intermedia entre la causa eficiente y la causa final: y tienden, sobre todo, a encontrar una razón, desde esos dos puntos de vista, para los fenómenos que para nosotros son fortuitos, pero que para el niño provocan entonces mucho más la necesidad de una explicación finalista

Esta precausalidad ofrece el interés de ser bastante próxima a las formas senso-motoras iniciales de causalidad que hemos denominado "mágico-fenoménicas"

Pero, así como la precausalidad senso-motora da paso a una causalidad objetiva y espacializada, también la precausalidad representativa, que es esencialmente asimilación a la acción, se transforma poco a poco al nivel de las operaciones concretas en una causalidad racional por asimilación,

El azar no es concebido en seguida más que a título negativo, como obstáculo para la deductibilidad, el niño llega pronto a asimilar lo aleatorio a la operación, comprendiendo que, si los casos individuales permanecen imprevisibles, los conjuntos dan lugar a una previsibilidad

La noción de probabilidad se construye entonces poco a poco, en tanto que es relación entre los casos favorables y los casos posibles

Un buen ejemplo de esta causalidad operatoria es el del atomismo infantil, derivado de las operaciones aditivas y de la conservación que de ellas emana

LA GÉNESIS DE LAS OPERACIONES "CONCRETAS"

Las operaciones tales como la reunión de dos clases o la adición de dos números son acciones elegidas entre las más generales, interiorizables y reversibles no están nunca aisladas, sino coordinables en sistemas de conjunto y no sólo intervienen en sus razonamientos privados, sino también en sus intercambios cognoscitivos, ya que éstos consisten en reunir informaciones, ponerlas en relación o en correspondencia, introducir reciprocidades, etc., lo que constituye nuevamente operaciones
Tiempo y velocidad

La noción de velocidad no se inicia bajo su forma métrica, que sólo se alcanza hacia los diez-once años, sino en forma ordinal: un móvil es más rápido que otro si le rebasa, es decir, si estaba detrás de él en un momento anterior y luego está delante en un momento ulterior

A un nivel preoperatorio, el niño no considera, ni aun en general, más que los puntos de llegada

Luego estructura operatoriamente los rebasamientos anticipados tanto como los comprobados; tras de lo cual llega a darse cuenta de la magnitud creciente o decreciente de los intervalos

En cuanto a la noción del tiempo, se basa, en su forma acabada, sobre tres clases de operaciones:

Una métrica temporal (ya actuante en el sistema de las unidades musicales, mucho antes de toda elaboración científica), isomorfa de la métrica espacial

Un ajuste de los intervalos entre los acontecimientos puntuales, fuente de la duración

Una seriación de los acontecimientos, constitutiva del orden de sucesión temporal

El Espacio

Existe un conjunto de estructuras, exactamente isomorfas a las precedentes, salvo que se refieren a objetos continuos y se fundan en las aproximaciones y las separaciones

Esas operaciones, que podemos denominar "infralógicas" (en el sentido de que afectan a otro nivel de realidad, y no porque sean anteriores), se construyen paralelamente a las operaciones lógico-aritméticas y sincrónicamente con ellas, en particular por lo que atañe a las operaciones espaciales

Un ejemplo impresionante es el de la medida espacial ", que se constituye independientemente del número, pero en isomorfismo estrecho con él

La medida aparece así como una síntesis del desplazamiento y de la adición partitiva en el mismo sentido que el número es la síntesis de la seriación y de la inclusión

El número

La construcción de los números enteros se efectúa, en el niño, en estrecha ligazón con la de las seriaciones y de las inclusiones de clases

El número procede, simplemente, de una correspondencia; punto por punto, entre dos clases o dos conjuntos. Pero hay dos estructuras de correspondencias: las correspondencias cualificadas, fundadas en las semejanzas de los elementos y las correspondencias "cualesquiera" o "uno a uno"

El número resulta ante todo de una abstracción de las cualidades diferenciales, que tiene por resultado hacer cada elemento individual equivalente a cada uno de los otros: 1 = 1 = 1, etc.

La clasificación

La clasificación constituye, asimismo, un agrupamiento fundamental, cuyas raíces pueden buscarse en las asimilaciones propias de los esquemas senso-motores

Cuando se da a los niños de tres a doce años objetos para que los clasifiquen, se observan tres grandes etapas

Los más pequeños comienzan por "colecciones de figura", es decir, que disponen los objetos no sólo según sus semejanzas y diferencias individuales, sino yuxtaponiéndolos espacialmente en filas, en cuadrados, en círculos, etc., de modo que su colección implica, por sí misma, una figura en el espacio, la cual sirve de expresión perceptiva o imaginada a la "extensión" de la clase

La segunda etapa es la de las colecciones no figurativas: pequeños conjuntos sin forma espacial diferenciables en subconjuntos. La clasificación parece entonces racional, pero, analizándola, atestigua aún lagunas en la "extensión"

La "seriación"

Character's behavior

Think of the character's behavior at the beginning of the story and look for the way it changed throughout the story.

Un buen ejemplo de ese proceso constructivo es el de la seriación, que consiste en ordenar los elementos según sus dimensiones crecientes o decrecientes

Cuando se les da a los sujetos 10 regletas cuyas diferencias poco aparentes necesitan comparaciones dos a dos, se observan las siguientes etapas: primero, parejas o pequeños conjuntos (una pequeña y una grande, etc.), pero incoordinables entre sí; luego, una construcción por tanteos empíricos, que constituyen regulaciones semirreversibles, pero aún no operatorias

De esta seriación operatoria, adquirida hacia los siete años, se derivan correspondencias seriales o seriaciones de dos dimensiones.

Esos sistemas se adquieren también a los siete o los ocho años

Las operaciones concretas

Las operaciones de que se trata en este género de problemas pueden llamarse concretas en el sentido de que afectan directamente a los objetos y aún no a hipótesis enunciadas verbalmente, como en el caso de las operaciones proposicionadas

Esas operaciones nacientes se coordinan ya en estructuras de conjunto, pero que son pobres y proceden aún progresivamente a falta de combinaciones generalizadas

Esas estructuras son, clasificaciones, seriaciones, correspondencias de un punto a otro o a varios, matrices o tablas de doble entrada

Lo propio de esas estructuras, que llamaremos "agrupamientos", es que constituyen encadenamientos progresivos, que implican composiciones de operaciones directas

Nociones de conservación

La indicación más clara de la existencia de un período preoperatorio, es la ausencia, hasta los siete-ocho años, de nociones de conservación.

Los estados están, en lo sucesivo, subordinados a las transformaciones, y éstas, al ser descentradas de la acción propia para hacerse reversibles, acusan a la vez modificaciones en sus variaciones compensadas y la invariante implicada por la reversibilidad

Estos hechos pueden servir de ejemplo para el esquema general de la adquisición de toda noción de conservación, a partir de las reacciones preoperatorias de no-conservación

Ya se trate de las deformaciones de una bolita de barro a propósito de las cuales el niño descubrirá la conservación de la sustancia hacia los siete-ocho años, del peso hacia los nueve-diez y del volumen hacia los once-doce

Ya se trate de la conservación de las longitudes

De superficies o de volúmenes, de conservación de los conjuntos después del cambio de disposiciones espaciales, etc., se hallan siempre, en los niveles preoperatorios, reacciones centradas

LOS TRES NIVELES DEL PASO DE LA ACCIÓN A LA OPERACIÓN

Character's feelings

Focus on the way the character's feelings are presented at the beginning and at the end of the story, while explaining why they have changed.

En el comienzo está el nivel senso-motor de acción directa, sobre lo real, y luego viene el nivel de las operaciones, desde los siete-ocho años, que afectan igualmente a las transformaciones de lo real, pero por acciones interiorizadas y agrupadas en sistemas coherentes y reversibles
El primer obstáculo para la operación es, pues, la necesidad de reconstruir en ese nuevo plano que es el de la representación lo que ya estaba adquirido en el de la acción

En segundo lugar, esa reconstrucción entraña entonces un proceso formador análogo al que hemos descrito en el plano senso-motor: el paso de un estado inicial

En el que todo está centrado en el cuerpo y la acción propios, a un estado de descentración en el que éstos están situados en sus relaciones objetivas con relación al conjunto de los objetos y de los actos señalados en el universo

En tercer lugar, cuando el lenguaje y la función semiótica permiten, no sólo la evocación, sino también, y sobre todo, la comunicación, el universo de la representación no está exclusivamente formado por objetos como al nivel senso-motor, sino igualmente de sujetos

Contrariamente a la mayoría de las acciones, las operaciones implican siempre, en efecto, una posibilidad de intercambio, de coordinación individual e interindividual

Tales consideraciones muestran que las construcciones y la descentración cognoscitivas necesarias para la elaboración de las operaciones son inseparables de construcciones y de una descentración afectivas y sociales