Para lograr ser un estudiante excelente, es fundamental adoptar hábitos que optimicen el tiempo de estudio y mejoren los resultados académicos. Entre estos hábitos, se incluyen técnicas como obtener pruebas del tema para verificar la información, sentarse adelante para prestar más atención y sentirse cómodo al hacer preguntas, y ejercitar la memoria con ejercicios mentales y la memorización de palabras clave.