arabera Gabriela K-Rolina Ruiz Velasquez 4 years ago
1558
Honelako gehiago
by Nelly Delgado
by UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA
by liz ramirez
by LADY DANIELA JARRO ALBARRACIN
La migraña, también llamada hemicránea (del griego ἡμικρανίον hemikranion 'un lado de la cabeza') o jaqueca (del árabe الشقيقة ax-xaquica 'media cabeza'), es una enfermedad que tiene como síntoma principal el dolor de cabeza, sensibilidad a la luz o los sonidos, usualmente muy intenso e incapacitante para quien lo sufre. Es una afección muy frecuente, cuyo origen es una combinación de factores genéticos con ambientales, que afecta a entre el 11 % y el 16 % de la población general, siendo la incidencia
más alta en las mujeres
Mientras se sostiene que muchos casos de migraña tienen que ver con cierta predisposición del paciente a sentir dolor agudo en su área superior, también se alude hoy en día a que el estilo de vida que llevamos muchas veces puede influir profundamente en el dolor de cabeza grave. Por ejemplo, la exposición permanente a ruidos molestos y que exceden los límites de lo salubre, el estrés, la exposición directa a los rayos del sol, los nervios, la angustia, la falta de consumo de líquidos son todos elementos que suman al malestar y que pueden disparar la migraña en situaciones en las que normalmente no ocurriría.
La prevención (profilaxis) de la migraña se puede conseguir con tratamientos farmacológicos, pero sobre todo identificando y evitando los factores desencadenantes, es decir, aquellos que, al exponerse a ellos, aumentan la probabilidad de sufrir un ataque de migraña.
Los factores desencadenantes pueden ser diferentes para cada persona. E incluso siendo los mismos, el umbral a partir del cual se desencadena la migraña puede ser diferente entre personas distintas.
Pese a la gran variedad de medicamentos (antidepresivos, antihipertensivos, antiepilépticos...) ninguno es el tratamiento ideal para prevenir los ataques de migraña. Además, 1 de cada 5 personas acaba abandonando el tratamiento, porque no le da resultado o porque no tolera los efectos secundarios.
Y si falla la prevención y el dolor ya está presente, no hay más solución que tratar los síntomas.
En cualquier caso, si los episodios de migraña se repiten con frecuencia, o si aunque sean poco frecuentes interfieren sensiblemente con la calidad de vida, la solución no es medicarse sin más: acude al neurólogo, que será quien mejor podrá tratar tu caso.