La adherencia terapeutica desde la teoria social cognitiva

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La adherencia terapeutica desde la teoria social cognitiva

Bandura (1977) observó la influencia de la terapia en el plano cognitivo, señalando que la confianza de su autoeficacia determinará la forma de su conducta, metas y el tipo de resolución de problemas mediante cuatro formas de intervención:

(a) La enseñanza de nuevas formas de comportamiento. (b) Aquellas que animan a vivir nuevas experiencias. (c) Las que les habilitan la apertura a sentir cosas nuevas. (d) Las que facilitan y favorecen la respuesta emocional.

Factores que determinan la no adherencia:

3. Factores de la enfermedad y tratamiento: A mayor complejidad del tratamiento, menos adherencia terapéutica.

2. Factores del sistema o asistencia sanitaria: La satisfacción con el equipo médico y los roles de la relación médico- Paciente.

1. Factores Personales: Falta de motivación, desconocimiento y baja autoestima.

Existen dos riesgos para la adherencia al tratamiento por parte del paciente.

Probabilidad de que si el paciente no cumple las indicaciones médicas, se prolongue el tratamiento, que la enfermedad se pueda agravar o incluso conducir a la muerte.

Cuando el tratamiento requiere un mayor cambio en los hábitos de vida y en su esfera bio-psico-social disminuye la adherencia.

Está bajo dos condiciones: una adecuada prescripción médica y un correcto cumplimiento de la misma.

La adherencia terapeutica es un proceso el cual busca que cada paciente pueda dar un cumplimiento a un tratamiento médico de manera voluntaria.

Variables inespecíficas para adherirse al tratamiento:

1. Variables inespecíficas del consultante 2. Variables del terapeuta 3. De la relación y alianza terapéutica

Relación de la adherencia terapéutica con la autoeficacia: La autoeficacia está planteada como una competencia personal, amplia y estable, que determina cuán efectiva puede ser la conducta de una persona para afrontar una variedad de situaciones potencialmente estresantes.

La creencia de autoeficacia es relevante en mantener un estilo de vida saludable, así como también la personalidad puede influenciar sobre la forma de afrontar el estrés, los niveles de bienestar y la prevención de la enfermedad.

La autoeficacia ha sido determinante en el curso de enfermedades crónicas respecto a la efectividad de los tratamientos y el afrontamiento de algunas condiciones.

Autoeficacia es como una variable mediadora apoyada en las capacidades y en los estados emocionales propios, esta tiene una correlación entre los niveles de estados de ánimo positivos/negativos.

Según el postulado de Bandura (1995), tanto la conducta como la motivación humana están condicionadas por el pensamiento y a su vez están reguladas por dos tipos específicos de expectativas:

Las de resultado: Hacen referencia a la creencia de que la puesta en marcha de determinadas conductas conllevarán a los resultados deseados.

Las de eficacia: Se vinculan con la seguridad de poder llevar adelante un determinado comportamiento con éxito y generar así el resultado deseado.

La teoría social cognitiva: sugiere que cualquier cambio de conducta se fundamenta sobre la “autoeficacia percibida”, siendo esta esencial para predecir la conducta de adherencia aún cuando otros predictores están presentes.

Enfatiza el papel de los fenómenos autorrelacionales como el medio por el cual el ser humano es capaz de actuar en su entorno y posibilitar así su transformación.

Se fundamenta sobre la creencia de que una persona puede alcanzar exitosamente la conducta deseada.