por Francisco Jesus Caceres Lovaton hace 1 año
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Los personajes dentro de un texto literario son seres ficticios. Su función es la de impulsar y desarrollar la trama a través de las interacciones llevadas a cabo por cada uno de ellos, ser los medios por los cuales el autor puede representar ideas o valores específicos y crear tensión dramático mediante los conflictos o escenarios adversos propuestos por el autor. En ese sentido los personajes también pueden cumplir una función metalingüística, al emplear herramientas de lenguaje y cuestionar este último, esto mediante la propuesta de estructuras narrativas complejas o poco convencionales. A su vez dichos personajes también pueden ser empleados para reflexionar y cuestionar el lenguaje en si mismo, lo cual justifico en mayor medida dicha función metalingüística.
La función del contexto dentro de un texto literario es la de prestar al lector información y perspectiva de la lectura. Esto puede facilitar el análisis e interpretación de un texto literario, ya que se tienen en cuenta los antecedentes y contexto cultural, político, historio o social del autor, lo cual puede que haya influido en la construcción del mensaje de la obra y por consiguiente en los conflictos o motivaciones presentes en esta última.
El autor es un personaje real. Su función es la crear la historia, el ambiente, la trama y los personajes que interactúan entre sí dentro del relato. Asimismo, dentro de un enfoque artístico, el autor tiene la función de expresar ideas o mensajes dentro de la obra, de manera que el lector pueda cuestionarlas e interpretarlas acorde a sus experiencias de vida. En ese sentido, es deber del autor darle forma y establecer una estructura eficiente acorde al tipo de texto literario que busca crear.
El lector es un personaje real. La función del lector se basa en la interacción de este último con el texto literario, a través de la comprensión e interpretación del mismo. Dentro de dicho proceso se puede llevar a cabo una conexión entre el lector y el texto que esta leyendo, lo que puede desembocar en la aparición de emociones y sentimientos relacionados a la lectura, o en otros casos, a la visión o ideas que el autor quiere plasmar en su relato. Por otro lado, gracias al rol de receptor pasivo de la historia el lector puede cuestionarla, analizarla y reflexionar a partir de ella. Por último, y acorde al tipo de texto literario, el lector puede desarrollar una nueva visión del mundo y hacer de su lectura, una experiencia personal y única.
El narratario es un personaje ficticio creado por el autor de un texto literario. Su función consiste en establecer un nexo entre el narrador y la historia que se cuenta, o, en resumen, en dar sentido y ayudar en la creación de la realidad literaria que el autor propone a través del narrador. Su objetivo puede ser alcanzado mediante la función de ser el interlocutor entre el narrador y el lector, siendo usualmente un personaje ficticio dentro de la historia. Por otro lado, el narratario puede manifestarse como una construcción literaria, cumpliendo su función de manera más ambigua.
Personaje ficticio creado por el autor del texto literario. Aunque su rol varía, suele ser el responsable de contar la historia y guiar al lector a través de la misma. Asimismo, en lo que respecta a su papel dentro de la historia este puede variar, lo que permite la existencia de diversos tipos de narradores, esto último acorde a la cantidad de conocimientos que maneja. Por ejemplo: Narrador Omnisciente, Limitado, Protagonista, Testigo, etc.