Ricos en grasas monoinsaturadas. Alto contenido en ácido alinolénico.
Alcohol
Consumos moderados de alcohol
mejorarían la capacidad fibrinolítica y reducirían la fibrinogenemia y disminuirían la agregabilidad plaquetaria
Incrementa la tensión arterial con el excesivo consumo de alcohol
Leche y derivados
Riqueza en calcio y proteínas de alto valor biológico.
Carne y huevos
La carne de cerdo, conejo, aves de corral, la caza y los huevos contribuíanal aporte proteico de esta dieta.
La OMS recomienda no consumir más de un 10% de la energía total en forma de grasa saturada, para prevenir cardiopatías. Debemos limitar el consumo de estos alimentos (huevos, carne de cerdo, cordero, ternera, quesos curados, nata, mantequilla o crema de leche) y solo comerlos ocasionalmente.
Aceite
Tiene un bajo contenido en ácidos grasos poliinsaturados, pero el suficiente para cubrir las necesidades recomendadas con la ingesta diaria de 30-40 g. Facilita la absorción de metales como calcio, hierro, cinc o magnesio.
La sustitución del aceite de oliva por otros aceites puede además privarnos de otros efectos deseables, como los antioxidantes,
hipoglucemiantes o agregabilidad plaquetaria.
Alimentos feculentos
Las legumbres aportan proteínas, vitaminas (sobre todo del grupo B), minerales (hierro, calcio) y fibra.
Debemos incrementar el consumo de fibra para acercarnos a los 30 g que aconseja la OMS.
Verduras y hortalizas
La variada gama de frutas y verduras es aconsejable por su riqueza en fibra, vitaminas y minerales. La ingestión de vitaminas antioxidantes (A, C y E), evitan la génesis de tumores malignos.
Algunas vitaminas (C y ácido fólico) y muchas sales minerales de las hortalizas se disuelven en el agua que empleamos para hervirlas.
Pescados
Las grasas del pescado protegen el sistema cardiovascular. Disminuye el colesterol y los triglicéridos de la sangre y dificulta la formación de trombos.
Las grasas se oxidan con facilidad, pudiendo ocasionar ciertos procesos nocivos para la salud.