por SANDRA CHATE hace 3 años
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Esta búsqueda continua de mejoramiento y superación va más allá del examen, prueba o taller de recuperación aplicado al final de un periodo o año escolar, ella debe ser constante y permanente –como ya se dijo, durante todo el año escolar si es necesario–, para garantizar que los estudiantes beneficiarios del proceso formativo al finalizar el periodo académico lleguen a donde se esperaba que debían llegar. El establecimiento educativo y en especial el docente debe generar estrategias especiales e innovadoras, como trabajos en el aula, explicaciones adicionales, actividades colaborativas, trabajos de consulta y tareas de refuerzo en el hogar, con una vinculación activa de los padres, para llevar a buen término el proceso educativo. Igualmente, en el sistema institucional de evaluación deben contemplarse y especificarse estrategias especiales de apoyo que motiven aún más a los estudiantes que obtengan rendimientos excepcionales y que por algún motivo no sean beneficiarios de la promoción anticipada.
Estrategias de apoyo para la solución de situaciones presentadas con la aplicación del Decreto 230 de 2002
6.- Enviar una comunicación escrita a los padres de familia con la información de la situación académica pendiente que tiene el estudiante, y las acciones que debe realizar para solucionarla. 7.- Al finalizar el primer período cada docente debe presentar un informe que describa las actividades realizadas y los resultados obtenidos. Esta información deberá ser analizada en reunión del consejo académico, y dejar en un acta las conclusiones de la estrategia empleada. Los resultados de las evaluaciones deberá ser remitida a la secretaría académica.
4.- Establecer una estrategia de apoyo a los estudiantes con dificultades que comprenda diversas acciones: encuentros personales, trabajo colaborativo, actividades extraclase con guías adecuadas a las necesidades de formación. 5. .- Acordar con los estudiantes las distintas formas de evaluar: participación en clase, trabajos individuales que le permitan desarrollar sus competencias, evaluaciones escritas, orales, ensayos, proyectos, entre otros.
2.Establecer como límite para resolver la totalidad de los casos pendientes la finalización del primer periodo escolar. 3.A través del director de grupo, informar a cada estudiante de la situación en que se encuentra.
1.La estrategia a implementar no debe ser entendida exclusivamente como la solución a un problema académico-administrativo, sino también y especialmente, como la posibilidad para que los estudiantes terminen de consolidar y desarrollar sus competencias
la evaluación no es una tarea aislada del proceso formativo; por tanto, ella debe estar inserta y ser coherente (conceptual, pedagógica y didácticamente) con toda la propuesta educativa que ha definido determinada institución. Es decir, que debe ser coherente con su misión, propósitos, modelo o enfoque pedagógico
3.1 Procedimiento para la implementación del sistema institucional de evaluación de los estudiante.c
Legítimo, acorde con el PEC, SEIP y proveniente de un proceso de discusión y aprobación con la participación de la comunidad educativa. Observemos la siguiente tabla N°1 Y N°2
Válido, es decir, que se valore lo que se debe valorar y de la manera adecuada. Recordemos que el enfoque educativo actual no busca la transmisión de conocimientos sino el desarrollo de competencias.
Incluyente, la evaluación debe posibilitar que los aprendizajes de los estudiantes sean valorados y que estos tengan la oportunidad de obtener información que les permita el desarrollo de sus competencias. La evaluación nunca puede ser utilizada como mecanismo de exclusión social.
Coherente, debe haber una articulación entre el horizonte institucional, el modelo pedagógico y el enfoque con el que se aborde la evaluación de los aprendizajes.
la evaluación del aprendizaje de los estudiantes debe: identificar las características personales, intereses, ritmos de desarrollo y estilos de aprendizaje para valorar sus avances; proporcionar información básica para consolidar o reorientar los procesos educativos relacionados con el desarrollo integral del estudiante; suministrar información que permita implementar estrategias pedagógicas para apoyar a los que presenten debilidades o desempeños superiores en su proceso formativo; aportar información para el ajuste e implementación del plan de mejoramiento institucional; y por supuesto, determinar la promoción al grado siguiente. caso 1.
2.1 Fundamentación conceptual de la evaluación en el aula
Es transparente, continua y procesual. • Convoca de manera responsable a todas las partes en un sentido democrático y fomenta la autoevaluación en ellas.
os criterios de valoración que se establezcan dentro de una determinada comunidad educativa o en un aula de clase, siempre deben ser claros, negociados entre todos, públicos y publicados. Del mismo modo la valoración debe ser continua, es decir que debe hacer parte del proceso educativo, donde al tiempo que se enseña, se evalúa y se aprende, porque la evaluación en sí misma debe ser concebida como un elemento de aprendizaje para todos. Ese es el sentido de su continuidad. Por tanto, no es la actividad aislada y discontinua que se realiza al finalizar un tema o una unidad, como si fuera una actividad separada o distinta en la formación.
Está centrada en la forma como el estudiante aprende, sin descuidar la calidad de lo que aprende
Por ello, el proceso formativo (enseñanza aprendizaje-evaluación), no puede seguir enfocándose en el repaso y memorización interminable de un listado de temas. Una mejor alternativa es centrarse en el desarrollo de competencias básicas y en el afianzamiento de lo que algunos llaman principios o conceptos “útiles”.
Utiliza diferentes técnicas de evaluación y hace triangulación de la información, para emitir juicios y valoraciones contextualizadas.
los exámenes no son los únicos recursos de evaluación que tienen los docentes, ni deben ser el centro del proceso educativo. Los exámenes tradicionales escritos (tipo test o de puntajes) u orales (objetivos o no, continuos o discontinuos), usualmente son utilizados más como elementos de medición del aprendizaje que como instrumentos que aportan información sobre los procesos que los estudiantes van desarrollando o han alcanzado. Igualmente, tales pruebas no dicen nada sobre lo que realmente saben o no saben, ni recogen información sobre aprendizajes significativos, críticos, autónomos, cooperativos, sociales y solidarios que también deben promoverse y desarrollarse en las instituciones educativas.
Es formativa, motivadora, orientadora, pero nunca sancionatoria.
identificar sus fortalezas, debilidades, avances o retrocesos, la valoración que se haga de los estudiantes no puede perpetrar acciones y reacciones de frustración, desestimulo, baja autoestima o desencanto por el aprendizaje y la vida escolar.