Valor de la
Filosofia

r

Buscar con la palabra "Philoso" en Mapas Públicos

Diego

Dominio del "YO"

contemplacion filosofica falsa

"Dominio del YO"

Conformarse con lo que hallamos en nosotros mismos

Encadena a la contemplacion del"YO"

"El hombre es la medida de todas las cosas"

todo tipo de semejanza al "YO"

no es necesario admirar a este "YO"

Egoísmo

Considera al mundo para sus propios fines

Limita a la grandeza de sus bienes

Para resumir nuestro análisis sobre el valor de la filosofía: la filosofía debe ser estudiada, no por las respuestas concretas a los problemas que plantea, puesto que, por lo general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero, ante todo, porque por la grandeza del Universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande, y llega a ser capaz de la unión con el Universo que constituye su supremo bien.

Emilio

PARRAFOS

Hugo

Párrafos

La verdadera contemplación filosófica, por el contrario, halla su satisfacción en toda ampliación del no yo, en todo lo que magnifica el objeto contemplado, y con ello el sujeto que lo contempla. En la contemplación, todo lo personal o privado, todo lo que depende del hábito, del interés propio o del deseo perturba el objeto, y, por consiguiente, la unión que busca el intelecto. Al construir una barrera entre el sujeto y el objeto, estas cosas personales y privadas llegan a ser una prisión para el intelecto. El espíritu libre verá, como Dios lo pudiera ver, sin aquí ni ahora, sin esperanza ni temor —fuera de las redes de las creencias habituales y de los prejuicios tradicionales —serena, desapasionadamente, y sin otro deseo que el del conocimiento, casi un conocimiento impersonal, tan puramente contemplativo como sea posible alcanzarlo para el hombre. Por esta razón también, el intelecto libre apreciará más el conocimiento abstracto y universal, en el cual no entran los accidentes de la historia particular, que el conocimiento aportado por los sentidos, y dependiente, como es forzoso en estos conocimientos, del punto de vista exclusivo y personal, y de un cuerpo cuyos órganos de los sentidos deforman más que revelan.

r

hola

El espíritu acostumbrado a la libertad y a la imparcialidad de la contemplación filosófica, guardará algo de esta libertad y de esta imparcialidad en el mundo de la acción y de la emoción. Considerará. sus proyectos y sus deseos como una parte de un todo, con la ausencia de insistencia que resulta de ver que son fragmentos infinitesimales en un mundo en el cual permanece indiferente a las acciones de los hombres. La imparcialidad que en la contemplación es el puro deseo de la verdad, es la misma cualidad del espíritu que en la acción se denomina justicia, y en la emoción es este amor universal que puede ser dado a todos y no sólo a aquellos que juzgamos útiles o admirables. Así, la contemplación no sólo amplia los objetos de nuestro pensamiento, sino también los objetos de nuestras acciones y afecciones; nos hace ciudadanos del Universo, no sólo de una ciudad amurallada, en guerra con todo lo demás. En esta ciudadanía del Universo consiste la verdadera libertad del hombre, y su liberación del vasallaje de las esperanzas y los temores limitados.

Para resumir nuestro análisis sobre el valor de la filosofía: la filosofía debe ser estudiada, no por las respuestas concretas a los problemas que plantea, puesto que, por lo general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero, ante todo, porque por la grandeza del Universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande, y llega a ser capaz de la unión con el Universo que constituye su supremo bien.

Sinopsis

Verdadera contemplación Filosófica

Por el Contrario

Halla su satisfacción en toda ampliación del No Yo

En todo lo que magnifica el objeto contemplado

Y con ello el sujeto que lo contempla

En la Contemplación

Todo lo personal o privado

Todo lo que depende del hábito, del interés propio o del deseo, perturba el objeto.

Y por consiguiente la union que busca el intelecto.

El espíritu acostumbrado a la libertad y a la imparcialidad de la contemplación filosófica, guardará algo de esta libertad y de esta imparcialidad en el mundo de la acción y de la emoción.

Considerará. sus proyectos y sus deseos como una parte de un todo, con la ausencia de insistencia que resulta de ver que son fragmentos infinitesimales en un mundo en el cual permanece indiferente a las acciones de los hombres.

La imparcialidad que en la contemplación es el puro deseo de la verdad, es la misma cualidad del espíritu que en la acción se denomina justicia, y en la emoción es este amor universal que puede ser dado a todos y no sólo a aquellos que juzgamos útiles o admirables.

Así, la contemplación no sólo amplia los objetos de nuestro pensamiento, sino también los objetos de nuestras acciones y afecciones; nos hace ciudadanos del Universo. En esta ciudadanía del Universo consiste la verdadera libertad del hombre, y su liberación del vasallaje de las esperanzas y los temores limitados.

Stefany

Aspira al conocimiento

La filosofia no ha proporcionado una respuesta concreta

Las respuestas no pueden ser demostradas como verdadera porque son más aparentes que reales

esto es solo una parte de la incertidumbre de la filosofia, ya que hay más problemas

La tarea de la filosofia es continuar la consideraion de estos problemas sin respuestas, manteniendo el interes espculativo por el universo

filosofos griegos

III-Parrafo. Aparte esta utilidad de mostrarnos posibilidades insospechadas, la filosofia tiene un valor -tal vez su maximo valor- por la naturaleza de los obejtos que contempla, y la liberacion de los intereses mezquinos personales que resultan de aquella contemplacion. La vida del hombre instintivo se halla encerrado en el circulo de sus intereses privados; la familia y los amigos pueden incluirse en ella, pero el resto del mundo no entra en consideracion,salvo en lo que pueda ayudar o entorpecer lo que forma parte del circulo de los deseos instintivos. Esta vida tiene algo de febril y limitada. En comparacion con ella la vida del filosofo es serena y libre. El mundo privado,instintivos, es pequeño en emdio de un mundo amplio y poderoso que debe, tarde o temprano, arruinar nuestro mundo peculiar. Salvo si ensanchamos de tal modo nuestros intereses que incluyamos en ellos el mundo entero, permanecemos como una guarnicion en una fortaleza sitiada, sabiendo que el enemigo nos impiden escapar y que la rendicion final es inevitable. Este genero de vida no conoce la paz, sino una constante guerra entre la insistencia del deseo y la importancia del querer. Si nuestra vida ha de ser grande y libre, debemos escapar, de uno u otro modo, a esta prision y a esta guerra.

I-Parrafo. Verdad es que muchos filosofos han pretendido que la filosofia podia establecer la verdad de determinadas respuestas sobre estos problemas fundamentales. Han supuesto que lo mas importante de la creencias religiosas podia ser aprobado como verdadero mediante una demostracion estricta. Para juzgar sobre estas tentativas es necesario hacer un examen del conocimiento humano y formarse una opnion sobre sus metodos y limitaciones. Seria imprudente pronunciarse dogmaticamente sobre estas materias; pero si las investigaciones de nuestros capitulos anteriores no nos han extraviado, nos vemos forzado a renunciar a la esperanza de hallar una prueba filosofica de las creencias religiosas. Por lo tanto, no podemos alegar como una prueba del valor de la filosofia una serie de respuestas a estas cuestiones. Una vez mas, el valor de la filosofia no puede depedner de un supuesto cuerpo de conociemiento seguros y precisos que puedan adquirir los que la estudian.

II-Parrafo. De hecho el valor de la filosofia debe ser buscado en una larga medida en su real incertidumbre. El hombre que not iene ningun barnz de filosofia, va por la vida prisionero de sus prejuicios que derivan del sentido comun, de las creencias habituales en su tiempo y en su pais, y de las que se han desarrollado en su espiritu sin la cooperacion ni el consentimiento deliberado de su razon. Para este hombre el mundo tiende hacerse preciso, definido, obvio, los objetos habituales no les suscita problema alguno, y las posbilidades familiares son desdeñosamente rechazadas. Desde el momento en que empezamos a filosofar, hallamos, por el contrario, como hemos visto en nuestros primeros capitulos, que aun los objetos mas ordinarios conducen a problemas a los cuales solo podemos dar respuestas muy incompletas. La filosofia, aunque incapaz de decirnos con certeza cual es la verdadera respuesta a las dudas que suscita, es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplian nuestros pensamientos y nos libera de la tiraniade la costumbre. Asi, el disminuir nuestro sentimiento de certeza sobre lo que las cosas son, aumenta en alto grado nuestros conocimientos de lo que puede ser, rechaza el dogmatismo algo arrogante de los no se han introducido jamas en la region de la duda liberadora y guarda vivaz nuestro sentido de admiracion, presentado los objetos familiares en un aspecto no familiar.

SINOPSIS

III-Parrafo

La Filosofia tiene un valor:

por la naturaleza de los objetos que contempla

por la liberacion de intereses mezquinos y personales que resultan de aquella contemplacion.

la vida del hombre institivo se halla encerrada en el circulo de sus intereses privados:

la familia y los amigos pueden incluirse en ella

pero el resto del mundo no entra en consideracion salvo en lo que pueda ayudar o entorpecer lo que forma parte del circulo de los deseos instintivos.

II-Parrafo

El valor de la Filosofia deber ser buscado en una larga medida en su real incertidumbre.

El hombre

no tiene ningun barniz de la filosofia

va por la vida prisionero de sus prejuicios que derivan del:

sentido comun

de las creencias habituales en su tiempoy en su pais

de las que se han desarrollado en su espiritu sin la cooperacion ni el consentimiento deliberado de su razon

el mundo tiende a hacerse preciso, definido, obvio, los obejtos habituales no les suscitan problema alguno, y las probabilidades no familiares son desdeñosamente rechazadas.

I-Parrafo

Muchos filosofos pretenden que la filosofia:

establesca la verdad a determinadas respuestas sobre estos problemas fundamentales

suponen que lo mas importante de las creencias religiosas podiar ser aprobado como verdadero mediante una demostracion estricta

Por lo tanto:

no podemos alegar como una prueba del valor de la filosofia una serie de respuestas a estas cuestiones.

el valor de la filosofia no puede depender de un supuesto cuerpo de conocimientos segurs y precisos que puedan adquirir los que estudian.