El impacto ambiental, también conocido como impacto antrópico o impacto antropogénico, es la alteración o modificación que causa una acción humana sobre el medio ambiente.
La erosión es el desgaste o denudación de suelos y rocas que producen distintos procesos en la superficie de la Tierra.
La contaminación ambiental o polución es la introducción de sustancias nocivas u otros elementos físicos en un medio ambiente, que provocan que este sea inseguro o no apto para su uso.
La deforestación o desforestación es un proceso provocado por la acción de los humanos, en el que se destruye o agota la superficie forestal, generalmente con el objetivo de destinar el suelo a otra actividad.
El desarrollo sustentable busca preservar, conservar y aprovechar los recursos naturales; su principal objetivo es evitar o frenar el daño ambiental a corto y largo plazo.
El uso eficiente de la energía, a veces simplemente llamado, eficiencia energética o ahorro energético, es el objetivo de reducir la cantidad de energía requerida para proporcionar productos y servicios.
El cambio climático hace referencia a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, pero desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático.
El efecto invernadero es un proceso en el que la radiación térmica emitida por la superficie planetaria es absorbida por los gases de efecto invernadero atmosféricos y es irradiada en todas las direcciones.
La biodegradación es la descomposición de la materia orgánica por parte de microorganismos, como bacterias y hongos. Generalmente se asume que es un proceso natural, lo que lo diferencia del compostaje.
El consumo responsable es una manera de consumir bienes y servicios teniendo en cuenta la naturaleza, además de las variables de precio y calidad, las características sociales y laborales del entorno de producción y las consecuencias medioambientales posteriores.