?Qué es el hombre?

1. Un problema de teoría del conocimiento

Diferencia entre definición y descripción

Dos posibilidades de hacerlo: una es la de declarar todas las características esenciales que están incluidas en la idea arquetípica

En este artículo, se quiere hacer una aproximación teológica a lo que es
el hombre.

2. La clasificación biológica

Un grupo de ciencias se dedica fundamentalmente a la taxonomía, es
decir a la comparación y clasificación de los diversos tipos de seres de la naturaleza, minerales, vegetales y animales

en el grupo de los vertebrados superiores, entre la clase de los mamíferos y, más en particular, en el orden de los primates

Cada fósil es, en realidad, una excepción que se crea en condiciones muy particulares, por lo que no se puede retender contar con algo parecido a una «película» de lo sucedido, con las escenas grabadas en
piedra.

3. La diferencia específica 1

En este sentido, hay que reconocer el mérito de varios importantes autores que, en el primer tercio de este siglo, se esforzaron en hacer una filosofía de la biología; es decir, de expresar en términos comunes y generales lo que los
conocimientos científicos permitían decir acerca de la realidad biológica y, comparativamente, del hombre.

A ellos se debe el establecimiento de los conceptos básicos para la caracterización de los diferentes estratos de la vida, que
permiten establecer una comparación con la especie humana.

4. Lo que nos dice la filosofia principal

Este planteamiento, que tiene sólo una parte de verdad, adquirió un tono prometeico y estaba sostenido por el mito ilustrado del progreso humano, según el cual el hombre parecía capaz de un crecimiento constante en todas sus dimensiones, dominando toda la realidad e incluso a sí mismo con el dinamismo de su inteligencia y, más tarde, con la fuerza de su voluntad. Esta exageración ha sido disuelta por la experiencia histórica, acabando en el concepto de libertad, al mismo tiempo absoluta y sinsentido, de
los planteamientos existencialistas más desgarrados.

5. El problema del espíritu humano

No se puede ir mucho más allá desde la filosofía o desde la ciencia. Pero en nuestra cultura, se ha dicho más. Porque en ella se ha hecho presente la religión cristiana, que es una religión que confiesa la existencia de un Dios que es
espíritu.

II. LA Antropología TEOLOGICA principal

1. Lo que se puede decir desde la fe al

La fe ciertamente es una fuente para el conocimiento humano. Así lo reconoce el creyente que confiesa que Dios ha hablado e intervenido en la historia, que se ha revelado al hombre y que, sobre todo, le ha manifestado unos
designios de salvación.

el ser humano es, constitutivamente, por el designio original del Creador, imagen de Dios.
- está destinado a realizarse según un modelo expresado en la figura y la vida histórica de Cristo redentor; en eso consiste su destino y plenitud.
- esa transformación se produce por la acción interior del Espíritu Santo, con una doble dimensión, personal y social.

2. La caracterización del hombre como imagen de Dios.

Al decir que el hombre es imagen de Dios, nos encontramos ante una de las definiciones más célebres de la tradición cristiana, que tiene su fundamento en las primeras páginas de la Biblia, donde se relata la creación del mundo.

origen de la peculiar consideración que el hombre merece y punto de referencia para definir, desde un punto de vista cristiano, lo que es el bien común y entender el fin y el sentido de la vida social, que es la base de la doctrina social cristiana.

3. Cristo como hombre perfecto

En primer lugar, la figura de Cristo, en su singularidad, resulta ser imagen y, por tanto, nueva revelación de lo que es la plenitud humana, porque todo hombre está llamado a identificarse con Él.

En segundo lugar, los rasgos esenciales de la biografía real de Cristo resultan ser camino, itinerario vital, por el que el cristiano tiene que pasar realmente:
son actos que en cada cristiano se realizan, unos en forma invisible y sacramental, como el renacer y ser ungido por el Espíritu Santo.

4. La revelación del pecado

La antropología cristiana tiene como uno de sus puntos más relevantes la revelación del pecado en sus verdaderas dimensiones. Es fruto característico de la acción del Espíritu: «Cuando Él venga, convencerá al mundo en lo referente
al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio.

La realización humana no puede ser completa sin el reconocimiento del pecado y sin su purificación. Y, aún más, desde un punto de vista cristiano, sin la confesión contrita ante Dios, con cuya luz se alcanza la claridad; y también, ante los hombres, por lo menos en la medida en que han sido afectados por las vicisitudes de la propia conciencia.

5. La transformaci6n que realiza el Espiritu

La antropología cristiana tiene así como referencia la imagen de Dios creada en el origen, un modelo de identificación que es Cristo, y una idea del pecado en cuanto destruye, en sus diversos aspectos, la imagen de Dios. Estos
son tres puntos esenciales de la antropología cristiana. Falta el cuarto: la transformación que el Espíritu realiza, que recompone las secuelas del pecado,
renueva la imagen e identifica con Cristo

Desde el punto de vista cristiano, esa transformación es lo más significativo que sucede en el ámbito de la acción humana, es lo más sustantivo de la biografía personal y colectiva, el argumento más profundo de la vida y de la historia, aunque sólo pueda ser plenamente conocido en el análisis que supondrá el juicio universal. Y aguarda a la Parusía · para ser plena. Entonces, hasta los
aspectos más recónditos de la naturaleza, alcanzados también por los efectos del mal, serán transformados.

IIl. CONCLUSION

El interés por la antropología está más vivo en la teología que en la filosofía, que, en este campo, está abrumada por el peso de los discursos de tipo de construccionista.

Con respecto a las ciencias positivas, los puntos más visibles de contacto y de diálogo, aparte de consideraciones generales de sentido; siguen siendo las

grandes cuestiones abiertas con la hipótesis evolucionista, donde se juega nuestra idea de lo que es el hombre, su puesto en el universo y, también, la consideración ética que merece. Podemos resumirlas en tres:

a) la cuestión del origen;

b) la cuestión del alma;

c) la cuestión del valor singular de la persona humana.