la Revolución Industrial Fase 1
COMERCIALES
Gracias al desarrollo de las comunicaciones y la revolución en los transportes se multiplicaron las relaciones comerciales.
Esto fue alentada por dos circunstancias:
La consolidación de su mercado interno se debió al crecimiento de una población que incrementó la demanda de bienes, la mejora de los transportes y de las vías de comunicación (canales fluviales, carreteras y, más tarde, el ferrocarril), así como la supresión de barreras aduaneras interiores.
La expansión del mercado exterior fue posible gracias a la ampliación y diversificación del comercio externo, ante la demanda de materias primas (algodón) y la exportación de productos industriales (tejidos) y
la ayuda de una potente marina, tanto mercante como militar.
La posesión de un imperio colonial donde adquirir materias primas baratas y exportar la producción de sus fábricas tambien contribuyó.
AGRARIAS
A mediados del siglo XVIII Inglaterra contaba con la agricultura más productiva de Europa, debido a que sus estructuras habían sido objeto de una serie de transformaciones.
Cambios en la estructura de la propiedad agraria. Los "open fields" (campos abiertos) son sustituidos por las "Enclosures" (cercamientos).
La puesta en práctica de innovaciones agrarias que posibilitaron el gradual abandono del barbecho a raíz de la aplicación del "Sistema Norfolk", la mejora del ganado, la introducción de nuevos cultivos (maíz, patata, plantas forrajeras, etc.) y el empleo hacia 1870 de los primeros modelos de maquinaria agrícola (sembradoras, trilladoras).
Debido a estas medidas, entre 1700 y 1800 los rendimientos agrícolas se incrementaron en un 90%.
DEMOGRÁFICAS
Durante el siglo XVIII la población de Gran Bretaña aumentó aceleradamente pasando de unos 6 millones de habitantes en 1750 a 28 en 1850. Esto se debió al mantenimiento de unas altas tasas de natalidad y el descenso de la mortalidad catastrófica.
Contribuyeron a ello dos factores:
La mayor disponibilidad de alimentos y la erradicación de las crisis de subsistencia gracias al incremento de la productividad.
Los avances higiénicos, sanitarios (especialmente en el campo de la asepsia) y médicos, constituyendo un importante ejemplo la vacuna contra la viruela.
Innovaciones Técnicas
La sustitución de la fuerza humana y animal, por la mecánica fue posible gracias a una serie de innovaciones técnicas que se extendieron por Inglaterra a lo largo del siglo XVIII. Los conceptos científicos en los que se basan ya eran conocidos.
Los principales campos en los que se produjeron las innovaciones fueron el de la energía, el textil, la metalurgia y los transportes.
La incorporación de las máquinas a la producción sustituyó el trabajo manual y los tradicionales sistemas de fabricación por otros nuevos.
El trabajo se trasladó desde los talleres artesanales con un reducido número de trabajadores a las fábricas, donde máquinas y obreros fueron agrupados en grandes concentraciones.
La división del trabajo derivó en un notable incremento de la productividad así como en la disminución de los costes de fabricación, lo que redundó a su vez en la disminución de los precios y en el crecimiento del número de consumidores.
