Aristóteles contradice, la belleza es parte de un mundo sensible en el que es necesario la participación corporal, primero por los sentidos y después por el intelecto
Los filósofos empirístas argumentan que la belleza se encuentra en la imagen del objeto, en tanto un sujeto participa de la experiencia de este objeto
Hegel contradice al afirmar que la belleza es toda manifestación lógica del hombre, por ser una expresión y obra del propio espíritu, pues la verdad se encuentra solamente en el espíritu
Adorno refuta la belleza, lo bello, argumentando que es una participación necesariamente filosófica para explicar lo que el arte (mudo en esencia) esta expresando, tomando en cuenta la razón, la historia y el tiempo, para poder hacer una crítica racional, filosófica y bella.