Imperialismo Europeo

Territorios coloniales ubicados en

África

Las pretensiones de Leopoldo II sobre el Congo y el ingreso tardío de Alemania al reparto colonial llevaron a la convocatoria de la Conferencia de Berlín, que habría de aprobar los criterios para “legitimar” la apropiación del territorio africano. En 1884, el canciller alemán Otto von Bismarck invitó a catorce potencias a reunirse para discutir sus reclamos en torno al continente africano.

Durante la Conferencia de Berlín, las principales metrópolis, Alemania, Francia, Inglaterra y Portugal, optaron por evitar la existencia de fronteras comunes entre sus nuevos dominios y reconocieron la potestad de Leopoldo sobre vastos territorios de África central. El reclamo del rey belga ofreció una salida a las ambiciones encontradas de las mencionadas potencias por controlar las importantes vías de comunicación fluvial de la zona.

Antes de la llegada de los europeos, el continente africanonota estaba constituido por entidades diversas, algunas con un alto nivel de desarrollo. No había fronteras definidas: el nomadismo, los intensos movimientos de población, la existencia de importantes rutas comerciales y la consiguiente mezcla entre grupos eran componentes importantes

En 1875, excepto África del Sur, la presencia europea seguía siendo periférica: las naciones occidentales controlaban únicamente el 10 por ciento del continente. En 1914 solo existían dos Estados independientes: Liberia y Etiopía. Francia y Gran Bretaña fueron las principales beneficiadas por el reparto de África.

Asia

Las grandes revueltas de 1857-58 fueron el último intento de las viejas clases dirigentes por expulsar a los británicos y restaurar el Imperio mogol; los indios más occidentalizados se mantuvieron al margen.

Una vez reprimido el levantamiento, la administración de la Compañía de las Indias Orientales quedó sustituida por el gobierno directo de la Corona británica. En 1877 la reina Victoria fue proclamada emperatriz de las Indias.

La India se erigió en la pieza central del imperio, mientras que la economía de la región fue completamente trastocada.nota La ruina de las artesanías textiles localizadas en las aldeas trajo aparejado el empobrecimiento generalizado de los campesinos. La administración colonial utilizó los ingresos de la colonia para el financiamiento de sus gastos militares. Las campañas de Afganistán, Birmania y Malasia fueron pagadas por el Tesoro indio.

Valiosas materias primas: clavo de olor, café, caucho, palma oleaginosa y estaño. El régimen de explotación de los nativos fue uno de los más crueles. Los holandeses redujeron a la población a la condición de fuerza de trabajo de las plantaciones, sin reconocer ninguna obligación hacia ella.

Oceanía

Micronesia, Polinesia y Melanesia repartidas entre británicos franceses, portugueses, alemanes, estadounidenses y japoneses

En el siglo XIX la población europea se fue asentando en diversos núcleos del litoral y desarrolló inicialmente una actividad agraria de subsistencia que rápidamente evolucionó hacia una especialización ganadera. .

La consolidación del asentamiento europeo tuvo lugar desde mediados de siglo con el descubrimiento de oro.

La aprobación de la Constitución –redactada entre 1897 y 1898– por el Parlamento británico, estableció una confederación de colonias australianas autónomas.

En Nueva Zelanda, colonia británica desde 1840, el poblamiento fue más lento y, también aquí, la consolidación definitiva de los europeos se produjo a mediados del siglo xix, con el descubrimiento de oro. El ingreso de los inmigrantes fue acompañado por la violenta expropiación de las tierras a los maoríes. En 1907 el país se transformó en un dominio independiente.

Oceanía fue la última porción del planeta en entrar en contacto con Europa. Australia y Nueva Zelanda, que llegaron a ser los principales países de la región, fueron ocupadas por los británicos.