La actividad física, el juego y el tiempo al aire libre son fundamentales en el proceso de crecimiento y desarrollo de niños y adolescentes, porque permite que adopten estilos de vida más saludables a futuro, y también porque ayuda en su salud mental y desarrollo cognitivo.
La recreación favorece el desarrollo de diferentes destrezas motoras. El interactuar con el entorno y jugar activamente, tanto en forma individual como grupal, mejora la percepción corporal, el control de los propios movimientos, desarrolla la coordinación y el equilibrio y mejora su ubicación en tiempo y espacio
Los beneficios de la recreación sobre la salud mental son variados, desde producir un aumento de la autoestima, un aumento en la autoconfianza, una mejora de la memoria, hasta una mayor estabilidad emocional, un mejor funcionamiento intelectual y mayor independencia
El artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU expone lo siguiente: “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes
Frecuentemente, las actividades recreativas al aire libre implican actividad física y por ende producen beneficios en la salud de las personas, por eso la recreación al aire libre se promueve como un medio para mejorar la salud y mejorar el desempeño de los patrones básicos de movimiento.
Los beneficios de la actividad física y el deporte en los niños son una mejor condición física (mejor función cardiorespiratoria y mayor fuerza muscular), reducción de la grasa, disminución de riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, mejor salud ósea y menos síntomas de depresión.
Con la recreación, los niños interactúan entre ellos y con su entorno. Se ven inmersos en simulacros de las situaciones que luego, de forma real, la vida les podría presentar. Aprenden a desarrollar habilidades tanto sociales como físicas y aprenden a relacionarse mejor con todo lo que les rodea.