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a Vanesa Carrasco 9 éve

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La sociabilidad en la infancia

El desarrollo social en la infancia es esencial para la formación de la identidad y la comprensión de las relaciones humanas. Desde temprana edad, los niños comienzan a establecer vínculos diferenciados y a mostrar preferencias por ciertas personas.

La sociabilidad en la infancia

La sociabilidad en la infancia

El conocimiento social es uno de los aspectos importantes de la socialización del ser humano. Tener conocimiento de uno mismo, sobre los demás y sobre las relaciones que establecen las personas entre ellas son cuestiones importantes cuando se hace referencia al desarrollo social.

Relaciones entre personas

La manera en cómo se llevan a cabo las relaciones interpersonales es el reflejo más evidente de la calidad del desarrollo social. El conocimiento social genera el establecimiento de relaciones de amistad entre iguales y relaciones de autoridad respecto a las personas adultas.

Los conflictos en las relaciones interpersonales

Cualquier tipo de relación, tanto de amistad como de autoridad, genera conflictos. Estos conflictos surgen especialmente entre iguales, pero también entre niños y personas adultas y forman parte de la convivencia, por lo tanto no hay que valorarlo como un hecho negativo. Lo importante es aprender a gestionar el conflicto adecuadamente.

Relaciones de autoridad

Los niños y niñas ya desde muy pequeños se dan cuenta de que no pueden hacer lo que quieren, sino que deben seguir unas normas que les marcan las personas que se ocupan de ellos.

Relaciones de amistad

Las relaciones de amistad se establecen entre niños y niñas a partir de que empiezan a interactuar y se sustentan en el afecto y la afinidad. Hasta los tres años, la relación entre niños y niñas suele ser poco estable en el tiempo y poco consistente. A partir de esa edad las relaciones mejoran cualitativamente y son más frecuentes.

Amistad como intimidad y lealtad

A partir de los once años, niños y niñas consideran la amistad como una apertura al otro y esperan que sea correspondida. Las amistades son más intensas, más íntimas y a la vez más exigentes.

Amistad como confianza y apoyo mutuos

Entre los ocho y diez años, la amistad incluye componentes de confianza y ayuda.

Amistad entendida como compañerismo en el juego

Entre los cuatro y los siete años, una amiga o un amigo es la persona con la que se juega y se comparten los juguetes.

El conocimiento social

Se inicia con el establecimiento de las primeras relaciones diferenciadas y continúa hasta la comprensión de las intenciones del otro y la toma de perspectiva.

Las primeras relaciones entre iguales

La adquisición de la marcha y a la interacción en ambientes más diferenciados, supone un estímulo importante en el conocimiento social del pequeño, a media que entra en contacto con otras personas fuera de su entorno familiar. La conquista del lenguaje también desempeña un papel fundamental en este proceso.

La toma de perspectiva

Supone la posibilidad de imaginar lo que pueden estar pensando y sintiendo otras personas.

La comprensión de las intenciones

De los dos años y medio a los tres aproximadamente, se empieza a extender la comprensión de las intenciones de los demás, sustituyendo a la concepción egocéntrica característica de la etapa precedente.

El descubrimiento de los otros

Alrededor del tercer mes cuando se inicia el descubrimiento de los demás. La sonrisa, el llanto, la mirada... mediante estas conductas, el bebé muestra su preferencia por unas personas u otras, pero todavía no rechaza a desconocidos, pues se encuentra en la etapa de formación del apego.

El conocimiento de uno mismo.

A partir del año de edad las niñas y niños empiezan a ser conscientes de que constituyen seres independientes y separados de los otros. Al iniciar la escolarización ya comprenden quiénes son y cómo se relacionan con los demás.

Identidad

En la adolescencia es cuando se produce la búsqueda de identidad. La búsqueda de identidad constituye un proceso complicado, ya que supone en cierto modo la destrucción de todo lo elaborado hasta el momento para volverlo a reconstruir.

Autoestima

La valoración del autoconcepto da lugar a la autoestima, que puede ser positiva, negativa y ajustada o desajustada.

Autoestima académica

Se divide en tres aspectos: Lectura y escritura, Matemáticas y Otras materias.

Autoestima social

Se divide en dos aspectos: Relación con los iguales y Relación con la familia.

Autoestima física

Se divide en dos aspectos: Habilidad física y Apariencia física.

Autoconcepto

Incluye las creencias sobre las capacidades, las habilidades o los valores que una persona considera que le son propios.

Yo categórico

Supone una compresión más objetiva en relación con algunas de las propias características como la edad, el sexo o la apariencia física.

El yo existencial

Se establece cuando existe una clara diferenciación entre uno mismo y las demás personas. Las niñas y niños ya se autorreconocen como sujetos independientes y distintos de los otros.