LA FUNDAMENTACIÓN FILOSÓFICA

EL VELO DE LA IGNORANCIA DE JOHN RAWLS

El procedimiento presentado por Rawls nace a partir del concepto de velo de ignorancia: yo sólo soy justo si desconozco cuál es mi situación en la sociedad.

Si desconozco mi raza, sexo, clase social, nivel de estudios, profesión, tendencia sexual podré ser justo, o bastante imparcial como para encontrar los auténticos principios de la justicia. Si conozco estos elementos de mi existencia no podré actuar imparcialmente, sino como representante de lo que soy

Así, John Rawls imagina una hipotética reunión de personas que, con el velo de la ignorancia, desconocen su lugar en la sociedad. Escogiendo el principio económico del maximín (intentar que la peor situación posible sea, sin embargo, aceptable), llega a estos principios de la justicia:

Primero: cada persona debe tener un derecho igual al esquema más extenso de libertades básicas que sea compatible con un esquema semejante de libertades para los otros.

Segundo: las desigualdades sociales y económicas deberán ser conformadas de tal manera que sean tanto: a) para proporcionar la mayor expectativa de beneficio a los menos aventajados, como para estar atadas a cargos y posiciones asequibles bajo condiciones de una justa igualdad de oportunidades

LA ÉTICA DISCURSIVA DE JURGEN HABERMAS

El pensamiento de Habermas es heredero del pensamiento kantiano y del principio deontológico.

La norma moral (y los derechos humanos lo son) sólo será aceptable si lo es para una comunidad de diálogo.

Todos los participantes en el diálogo deben tener los mismos derechos y las mismas posibilidades de defender su postura, la coacción está prohibida, y el objetivo del diálogo debe ser llegar a un acuerdo.

La Declaración universal de derechos humanos es fruto del trabajo de una comisión que, a través del diálogo, llega a una serie de conclusiones; la legitimidad y validez de la Declaración universal de derechos humanos es fruto del procedimiento empleado y de la entidad que la impulsa.

Hay que tener presente que, en una democracia moderna, se utiliza el mismo procedimiento para crear o modificar la constitución o las leyes de un Estado de derecho.

DERECHO NATURAL

Determina la diferencia entre el bien y el mal

Esta ley natural es claramente objetiva y, por lo tanto, el objetivo fundamental del hombre es conocerla.

No ha sido creado por ningún ser humano.

Es un derecho universal, inmutable y obligatorio para llegar a ser justo.

Según esta visión, los derechos humanos, al formar parte del derecho natural, serían un elemento objetivo de carácter universal, no revisable (salvo que consideremos que la declaración de derechos actualmente vigente no se ajusta plenamente a los auténticos derechos humanos de la ley natural).

En realidad, la concepción de justicia sería la consecuencia más inmediata del derecho natural, y esta concepción dista mucho de ser universal.

EL UTILITARISMO

La justicia, como también los derechos humanos, no son fruto de una ley universal, sino de la decisión de los hombres.

El utilitarismo necesita del cálculo para llegar a la conclusión de la justicia: las acciones son justas cuando tienden a promover la felicidad, y malas cuando promueven lo contrario

El epicureismo basa el concepto de bien y de mal en el placer (o dolor) que causa una acción determinada.

El eudemonismo aristotélico se basa en un concepto más abstracto como es la felicidad: una acción será buena cuando proporciona un mayor grado de felicidad.

Las aproximaciones individuales y el utilitarismo se basa en un punto de vista colectivo

El ejemplo más claro de ética deontológica es el pensamiento del filósofo Immanuel Kant. El pensamiento utilitarista es el pensamiento teleológico por excelencia, ya que considera la justicia a través del cálculo de los resultados obtenidos (placer, felicidad, bienestar).

El planteamiento inicial es similar al de Rawls (ambos se consideran herederos del pensamiento kantiano): el procedimiento legitima el resultado. Pero en la propuesta de Habermas, el procedimiento no es excesivamente hipotético, sino más bien factible: no todas las situaciones de diálogo son válidas, pero algunas sí que lo son.