Algo apareció a la orilla del mar.
Era un hombre muerto. Él era fuerte, apuesto y esbelto.
Las mujeres se sorprenden al ver tan hermoso y grande hombre.
Hay algas y criaturas marinas que rodean el cuerpo del ahogado.
Los habitantes del pueblo son un grupo de gente simple que cree en los mitos tan fervientemente como en las cosas que ven con sus propios ojos.
Después de ese suceso, el pueblo se llamará "Esteban", en honor a ese hombre.
Los hombres volvieron desconcertados al no encontrar la procedencia del sujeto.
Era un pueblo tan pequeño que todos los hombres juntos cabían en siete botes.
Sin embargo, a partir de este extraño suceso, las personas del pueblo tomaron la decisión de construir sus casas más fuertes, grandes y coloridas.
Para finalmente, dejar caer su cuerpo por el acantilado y devolverlo a las olas que lo trajeron.