Romanticismo
Planteamientos teóricos
Cualifica una determinada actitud del espíritu humano ante los valores del arte, de la filosofía y de la vida en general.
Surgió una categoría espiritual en que se manifiesta una actitud universal del espíritu humano.
El modelo de la intuición estética cuyo órgano es el sentimiento, éste según los románticos triunfa donde la razón fracasa y logra captar inmediatamente la esencia oculta dela realidad: el Absoluto.
¿Qué es?
Consiste en reconocer que una fuerza infinita de la que la razón es sólo un aspecto, es la sustancia del mundo y en él se mantiene y habita (Abbagnano, 1987, pág. 436).
Elementos
• El mal
• La infelicidad
• El dolor
Contexto cultural
Raíces
Romance caballeresco de los siglos medios en Francia, España e Italia.
Importante
Corriente helenizante, nacionalista y protestante dirigida por Voss cualificaba como románticos a los nuevos escritores por el atractivo estético-religioso que ejercía en ellos la iglesia católica, justificado por el recuerdo de la unidad política y espiritual de la cristiandad medieval y por la aspiración estético-mística, mejor satisfecha por la liturgia católica y arte barroco, en que se fundaban las artes figurativas y la música (Urdanoz, 1975, pág. 2).
- Viaje de Wackenroder y Tieck “Escuela de arte”
- Hermanos Schlegel “Movimiento de Jena”
Contexto intelectual
El rasgo primordial del romanticismo es el sentimiento panteísta del infinito; de una vida infinita que tiene sus expresiones finitas en las personalidades individuales, en el espíritu de los pueblos, en los Estados en cuanto concreciones políticas del espíritu del pueblo.
Antecedentes
Surgió como una reacción consciente contra los rasgos preponderantes del clima de la Ilustración, ya que tiene raíces de ese movimiento.
En su fondo ideológico nació en el clima del idealismo alemán (Urdanoz, 1975, pág. 2)
Propuesta pedagógica de Wolfgang Goethe
Contexto
Revolución Francesa
Condensa un ethos basado en la formación de sí misino “Autoformación”, que procura no sólo superar el problema revolucionario en el ámbito alemán de la razón educativa superior, sino también el impulso educativo nacional en el ideal de asimilación integrativa de la aristocracia y la burguesía.
La capacidad asimilativa, mediadora del teatro, está en la cabeza de Wilhelm, para quien justamente encuentra en su constante formación la mejor y más elevada forma de lucha.
No evitar el camino del error, sino dirigir a
quienes erraron, es la meta del buen educador (Gómez, 2002, pág, 8)