Los niños son investigadores innatos y les encanta descubrir por qué y cómo funciona el mundo que les rodea. A menudo este aprendizaje se produce observando, preguntando, experimentando o con el método de prueba y error. El aprendizaje tiene lugar con cosas de la vida cotidiana, como sus juguetes, el momento del baño, cocinando en familia, a través de juegos científicos, construcción, manualidades o de experimentos.
El pensamiento científico no solo es positivo en el ámbito académico, sino que ofrece múltiples ventajas en la vida diaria y en la formación del niño como persona. Puede que a tu hijo le espere un futuro en el mundo de la biología, la ingeniería o la medicina, o puede que opte por estudios relacionados con las letras. Sea cual sea su elección dentro de unos años, el razonamiento y la lógica le ayudarán a reaccionar ante los problemas, adaptarse a nuevas situaciones, solucionar retos… Entre otras cosas, con el desarrollo del pensamiento científico, el niño:Mejora su capacidad de razonamiento y su habilidad para pasar de nociones básicas a complejas.Aprende a resolver problemas en situaciones reales.Practica la construcción de su propio aprendizaje.Ejercita su capacidad deductiva y aprende a crear estrategias y soluciones propias.Mejora su relación con el entorno físico y su percepción de los espacios, las formas, las partes y el todo…
Etimológicamente la palabra ciencia proviene del latín scientia, cuyo significado es conocimiento o saber. Desde esta definición, se designa ciencia a todo el conocimiento adquirido a través del estudio o de la práctica, basado en determinados principios. El Diccionario de la lengua española la define como “conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados, de los que se deducen principios y leyes generales” (http://lema.rae. es/drae/?val=ciencia). Sin embargo, tal como lo afirma Coleto (2009), en los últimos años se ha pasado de considerar que la ciencia es un conjunto organizado y validado de conocimientos que explican cómo es el mundo en que vivimos a creer que la ciencia es un tipo de actividad humana y por ello compleja y difícil de describir. Coincide con esta postura Golombek (2008), quien afirma que la ciencia es una actitud y que gramaticalmente sería más interesante considerarla un verbo y no un sustantivo: un hacer cosas, preguntas, experimentos. Cabello (2011) agrega que “aprendemos de forma activa 12 | Panorama | | Volumen 9 | Número 17 | Julio-diciembre | 2015 | Graciela Ortiz Martha Lucía Cervantes | pp. 10-23 y a estas edades es necesario, manipular, experimentar, ensayar y errar” (p. 60).
aLa curiosidad es una actitud presente en los humanos que se manifiesta con mayor intensidad en los primeros años de vida. El Diccionario de la lengua española le asigna un significado un tanto despectivo y coloquial, al definir el término curiosidad como el deseo de saber alguien lo que no le concierne, o un vicio que lleva a alguien a inquirir lo que no debería importarle o el cuidado de hacer algo con primor. Mientras que la enciclopedia de la salud.com (s. f.) define la curiosidad como la tendencia a explorar, experimentar e indagar sobre algo que se considera nuevo, como un instinto natural ventajoso para la supervivencia, ya que empuja a buscar información en el medio y a interactuar con él y que facilita la creatividad. Es cualquier comportamiento inquisitivo natural que conlleve observar, examinar, indagar, averiguar, experimentar, preguntar, investigar, descubrir, inquirir, probar, escudriñar e interactuar con el mundo que hay alrededor para conseguir más conocimiento. La curiosidad ha sido considerada como un impulso incontrolable (cuando se siente curiosidad por algo es porque se quiere conocer más sobre lo que llama la atención). Por eso se dice que la curiosidad es el inicio del conocimiento, puesto que precisamente esa necesidad de conocer es lo que ha llevado a la humanidad a desarrollar diferentes métodos de investigación para encontrar respuesta a las inquietudes
CINCO CONSEJOS PARA FOMENTAR EL PENSAMIENTO CIENTÍFICOCon algunas sencillas prácticas del día a día puedes ayudar a tu hijo a desarrollar su pensamiento científico, la lógica y la deducción. Puedes poner en práctica los siguientes consejos para conseguirlo.1. Alienta su curiosidad. Invítale a que investigue, intente comprender cómo funcionan los objetos que utiliza cada día y realice pequeñas pruebas de acierto/error. Es importante, sobre todo cuando el niño es pequeño, que le permitas manipular los materiales, los juguetes, las prendas de vestir… A través del tacto y la vista los comparará, establecerá relaciones geométricas entre forma y tamaño y asimilará sus características y funciones. Cuando crezcan, los experimentos caseros pueden ser una herramienta perfecta. Estos canales de video pueden darte ideas.2. Si no surge naturalmente, hazle preguntas. Si no es un niño curioso, puedes despertar su interés planteándole cuestiones sobre el mundo que le rodea y animándole a que trate de encontrar una explicación para aquello que no entiende.3. Deja que lo intente. Siempre que sus prácticas sean seguras y bajo tu supervisión, dale espacio para que trate de solucionar de manera autónoma, según su propio criterio, los problemas que le surgen respecto al manejo de un objeto o situación. Siempre tendrás tiempo de aconsejarle, pero ten paciencia y permítele que pruebe.4. Dirige sutilmente su aprendizaje. Si ves que le cuesta resolver un problema o afrontar una situación, no le des la respuesta. Trata de que la deduzca suministrándole algunas pistas o haciéndole las preguntas correctas para que él mismo encuentre las solución.5. Utiliza el juego y la imaginación. Proponle retos o problemas cotidianos para que intente resolverlos, ve un poco más allá y pídele que invente objetos del futuro o inicia un relato y anímale a que lo termine pensando qué podría sucederles a los protagonistas y cómo reaccionarían.
Las habilidades científicas son etapas que se cumplen a medida que se va descubriendo un nuevo conocimientos, estas son: Observar: Habilidad que nos permite describir el entorno a través de los sentidos.Clasificar: Agrupar según uno a mas indicadores o criterios.Medir: Es la habilidad para comparar un tamaño conocido con otro por conocerInferir: Es una descripción mas subjetiva de algo.Predecir:Como al partir de un conjunto de antecedentes (observaciones, inferencias), podemos pronosticar algo, como por ejemplo el clima; no es una adivinanza.Comunicación: Es la habilidad para expresar o informar, contarle a los otros el conocimiento científico.Hipótesis: Habilidad que puede ser la solución o respuesta a un problema planteado.Experimentar: Comprobar una hipótesis o planteamiento.