Carácter

Nervioso, cuya formula es: emotivo, no activo, primario (E nA P)

Sentimental: emotivo, no activo, secundario (E nA S)

Colérico: emotivo, activo, primario (E A P)

Apasionado: emotivo, activo, secundario (E A S)

Sanguíneo: no emotivo, activo, primario (nE A P)

Flemático: no emotivo, activo, secundario (nE nA S)

Amorfo: no emotivo, no activo, primario ( nE nA P)

Apático: no emotivo, no activo, secundario (nE nA S)

La emotividad: Es aquella disposición o propiedad de nuestra vida mental por la cual nos podemos conmover o impresionar más o menos fuertemente ante un suceso, y que nos hace vibrar en toda nuestra vida orgánica y psíquica. La esencia de la emotividad consiste en ser conmovidos por acontecimientos de pequeña importancia.

La resonancia: Es la tercera propiedad fundamental. cuando la resonancia de algún acontecimiento es inmediata y rápida en el ánimo de una persona, pero desaparece sin dejar ninguna (o casi ninguna) huella con la misma velocidad con que había aparecido, se concluye que la persona tiene como característica ser primaria o de reacción primaria. Por el contrario, si en el individuo las impresiones permanecen largo tiempo, sin que se note la inmediatez de los cambios que percibimos en los primarios, entonces nos referimos a personas secundarias.

La actividad: es la disposición para obrar; para los activos, el quedarse sin hacer nada constituye un verdadero tormento. En ellos, las ideas y las imágenes se traducen espontáneamente en acciones. Las personas activas son las que percibimos en constantes movimientos, aquellas a quienes basta una mínima sugerencia para desatar su actividad.

Su diferencia es que el temperamento es el conjunto de las inclinaciones íntimas que brotan de la constitución fisiológica de los individuos, el carácter, en cambio, es el conjunto de las disposiciones psicológicas que nacen del temperamento, modificado por la educación y el trabajo de la voluntad y consolidado por el hábito.

Están condicionadas por las actitudes del individuo.

Las actitudes del individuo se determinan por las relaciones sociales.

Las diferentes condiciones de vida de la persona determinan y forman los rasgos individuales del carácter ya que dejan marcada una huella en la persona.

La formación del carácter se da desde la edad preescolar.

El adulto juega un papel importante.

El juego como actividad fundamental ejerce una gran influencia.

Esta actividad debe ser organizada, dirigida, a través del juego se desarrolla la amistad, la ayuda mutua, la creación de valores, etc.

Se pueden formar también rasgos negativos como la desobediencia, la agresividad.

Es el conjunto de peculiaridades psíquicas relativamente constantes que expresan la relación del hombre con el medio circundante, y se forma en el transcursos de la vida a través de la actividad.

El carácter no está condicionado por el sistema tipo de sistema nervioso, pero si le imprime un determinado dinamismo, los rasgos del carácter pueden formarse sobre la base de cualquier tipo de sistema nervioso pues estos se forman durante toda la vida, y son el resultado de la actividad práctica del hombre.

El carácter influye en la forma en que se manifiesta el temperamento.

Ambas tienen como base fisiológica el tipo de sistema nervioso, por lo que pueden surgir determinadas formas de conductas según el tipo de temperamento.

Sus bases fisiológicas se encuentran en el sistema nervioso.